Odontofobia: Consejos para vencer el pánico al dentista

La odontofobia o pánico al dentista es un miedo extremo e irracional a acudir a una cita con el odontólogo. Si bien es cierto, que nadie quiere acudir al dentista, cuando lo percibes como una amenaza y solo con pensarlo te embarga un miedo irracional, estamos hablando de otra cosa.

En ocasiones la odontofobia tiene su causa en una experiencia desagradable  anterior, o por experiencias de otros, que hemos escuchado en algún momento.

La Odontología y sus profesionales se han perfeccionado notablemente en el trato de la odontofobia y el miedo al dentista.

Los tratamientos ya no son dolorosos.

Los tratamientos actuales tienen gran porcentaje de éxito y provocan menos molestias al paciente.

Ambientes menos agobiantes ausentes de ruidos y olores, técnicas mínimamente invasivas, la ausencia de objetos e instrumentos amenazantes (agujas mucho más pequeñas, por ejemplo), sillones cada vez más confortables, el empleo de equipos multimedia con auriculares y gafas para un total «aislamiento» del paciente, una anestesia que se presenta en distintas formas –geles o sprays– y por supuesto, la utilización de sedación consciente para los casos más graves. Todos estos son métodos que influyen positivamente en la tranquilidad de los pacientes «normales», sin miedo alguno, cabe imaginarse cuál es el grado de agradecimiento por parte de los pacientes con odontofobia.

Está claro que la tradicional figura del ‘sacamuelas’ hace tiempo que quedó atrás.

odontofobia

Consejos que ayudan a superar la odontofobia, el pánico al dentista.

La visita al dentista debería ser un hábito.

Si incluimos las revisiones al dentista dentro de nuestra rutina, nos resultará mucho más fácil afrontarlas. Nos sentiremos más seguros si le restamos importancia y las incluimos en nuestros parámetros cotidianos.

No retrases tus citas.

Solemos acudir al dentista únicamente cuando sentimos dolor y en muchas ocasiones ya es tarde. Un control de la salud bucal a través de visitas rutinarias evitará un peor pronóstico de los tratamientos y costes más elevados.

Encuentra un dentista que te genere confianza.

Para evitar la ansiedad y el estrés que provoca esta fobia es importante que acudas a un especialista que consideres adecuado para ti, con empatía y que pueda aportarte esa confianza de la que careces, por causa de tu miedo. Si consideras que el profesional va a entender tu problema, háblale abiertamente de ello para que pueda ayudarte. Puedes preguntar a familiares y amigos para que te recomienden un buen profesional.

Pregunta a tu dentista por la sedación consciente.

Esta técnica es especialmente útil para vencer el miedo en la consulta dental. No presenta efectos secundarios y es particularmente empleada en odontopediatría, o con mujeres embarazadas, personas mayores o discapacitadas.

En Clínica Escámez Dental contamos con la técnicas de sedación consciente. Realizamos este tipo de sedaciones con óxido nitroso, una gas que genera en el paciente un estado relajado pero cooperador. Después de la aplicación de esta sedación, la aceptación por parte del paciente de los tratamientos dentales futuros, suele ser mejor.

Utiliza algunos trucos para relajarte.

Siempre es bueno evitar cualquier producto excitante en las horas previas a la consulta, así como dormir bien la noche anterior. De ninguna forma, interesa añadir más estrés a la situación. Una vez en la sala de espera respira profundamente, enfoca tu pensamiento hacia cosas agradables, escucha música, etcétera. Por último, si es necesario, puedes pedirle a tu dentista que te prescriba algún medicamento ansiolítico o relajante.

Organiza tus visitas

A la hora de empezar con tu plan de tratamiento es conveniente empezar por los procedimientos más sencillos, con el objetivo de ir familiarizándote con el entorno. Nosotros nos encargamos de darte la cita en los momentos del día en que haya menos gente, para evitar que tengas que pasar más tiempo del necesario en la sala de espera.

Si durante tratamiento te sientes incomodo podemos acordar una señal que haga parar el trabajo automáticamente y posteriormente, cuando vuelvas a sentirte seguro, retomarlo. Tener esta señal acordada, te va a aportar seguridad.

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